Diseño de maquetas y maquetación de libros

Uno de los servicios que ofrecemos en Contracorriente es la maquetación de libros, revistas y todo tipo de publicaciones, además de la preparación de artes finales para imprenta.

El profesional de la maquetación no se limita a volcar el texto y colocar el resto de imágenes o adornos gráficos. 

La maquetación requiere tener conocimientos de diseño gráfico, proporciones, conocimiento de las tipografías, sus cualidades y visualización y, por supuesto, buen gusto.

La maquetación de libros para la impresión en papel consiste en componer páginas a partir de los textos e imágenes de forma que resulten lo más atractivos y cómodos de leer para el lector. Esto implica en primer lugar un conocimiento del público al que va destinado el libro. Lógicamente no se maqueta con el mismo estilo una novela histórica de 350 páginas que un libro de cuentos destinado a niños de 8 años.

Preparación de maquetas

La maquetación comienza con la realización de un diseño previo. En él se preparan márgenes, tipografías, interlineados y rejillas base para facilitar la labor de maquetación. A partir de una buena maqueta es mucho más sencillo avanzar en el proceso de maquetación con la soltura y la velocidad que suelen ser necesarias en este tipo de trabajos.

Es durante el proceso de diseño de la maqueta cuando se decide que aspecto tendrá la obra una vez terminada. Se trata del proceso creativo en el que se da forma a las páginas.

Una vez bien definidos los estilos de párrafo, tipografías, ladrillos y demás componentes del libro se deben imprimir algunas pruebas de las páginas diseñadas para comprobar su correcta lectura y su aspecto definitivo antes de comenzar a maquetar el resto del libro.

maquetación de libros profesional

El software de maquetación

Aunque para pequeños diseños se pueden utilizar numerosos aplicaciones para la maquetación de libros, Adobe InDesign se ha convertido prácticamente en la única opción. Tras años de rivalidad con Quark Xpress, la heredera del antiguo PageMaker ha batido a todos sus rivales y hoy en día es un estándar en maquetación profesional.

Además del conocimiento del software de maquetación, un buen maquetador debe conocer otros muchos conceptos además de, como ya hemos mencionado, contar con buen gusto. La experiencia y el análisis de publicaciones realizadas y leídas durante años suelen ser la diferencia entre un buen maquetador y una persona que ha terminado un curso de Adobe Indesign. Puede parecer lejano pero hace sólo 25 años se maquetaba con lápiz y tipómetro sobre un tablero de dibujo. Esa experiencia es algo que pocos maquetadores actuales hemos hecho pero que resulta extremadamente útil a la hora de entender el porqué de cada uno de los recursos tipográficos actuales.

Un libro correctamente maquetado ofrece al lector una experiencia agradable. Aunque la mayoría de lectores no son capaces de detectar o saber por qué les sucede, cuando leen un libro mal maquetado, la experiencia es más incómoda. Durante la maquetación de un libro se ajustan variables como la distancia entre letras, la partición de palabras o el mínimo de letras que tiene que tener una palabra para que se pueda cortar si queda al final de un renglón. Son este tipo de detalles los que marcan la diferencia.

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